miércoles, 10 de octubre de 2007


El preludio de un réquiem

Ya no son solo los días los que no te vi., me atormentan los fantasmas del ayer, los enigmas del pasado son mis verdugos en este país de hadas, son infinitas las veces que mis manos te han tocado, e infinitas las veces que tu no has estado allí para sentirlas.

Salen y salen de los crepúsculos descomunales centinelas que como titanes enfurecidos con el mundo amenazan con extinguir lo que apenas soy, no por ti, no por mí sino con mi posible aurora sobre ti, enfurecidos con mi manto cubriéndote, enfurecidos por tus miradas sobre el cielo y yo esperando que tan solo una se incline hacia lo que pongo frente a ti.

En esta noche no hay teclados que permitan me crear más de lo que puedo decir con palabras, las melodías nos abandonaron hace tiempo ya, y solo hasta esta madrugada lo pude sentir. No me di cuenta de que aquellos réquiems eran el preludio de lo que tanto deje d pensar.

Fue tan veloz, fue tan efímero el segundo en que tus dedos pusiste sobre mi alma, tan rápido como los pusiste así me dejaron, con la idea de un mundo, con el sueño apenas empezado, con la ilusión encendida y con ganas de no llorar sobre ti.

Y ya en estas horas en las que e tiempo se comprime, y pierde toda validez en el espacio, es entonces cuando la rosa negra cae desde algún alto, y sobre mi hombro se posa, llegó el momento de dejar de soñar con aquello que no esta frente a mi y nunca lo estará, dejo hoy de vivir para ti, no por mí sino por ti.












Venus : theatre of tragedy riickarddo ottero////

26 / 09 / 07

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